El cambio según Genetikomm
¿Por qué seguimos tomando el cambio como un punto de quiebra en un camino por lo demás lineal? ¿Porqué tratamos de controlarlo y abarcarlo? ¿Porqué lo tomamos como un problema a resolver? Si el sabio Heráclito ya lo tuvo tan claro como para patentar una cita al respecto, ¿cómo es que 25 siglos después de su muerte aún no hayamos interiorizado su idea sobre el cambio?
La neurociencia nos da como respuesta que estamos programados para la supervivencia y por tanto, percibimos cualquier cambio como una amenaza al contexto que conocemos y que consideramos es seguro. El anuncio de un cambio, del tipo que sea, nos pone en alerta y nos predispone a mantener el status quo, el equilibrio, la paz.
Ante la incertidumbre, recurrimos al cerebro reptiliano, el más antiguo que tenemos y a la vez el más apto para salir airosos de las situaciones de peligro. Está diseñado para tomar decisiones en cuestión de milésimas de segundo y por tanto, no se puede entretener con matices. Para facilitar su labor trata de pintar escenarios simplificados, duales y formula preguntas binarias: ¿a favor o en contra?, ¿quedarnos o salir?, ¿luchar o huir?
Si bien este método nos ha sido (y sigue siendo) muy útil para llegar hasta aquí como especie, no lo es tanto para navegar por un mundo en constante cambio como lo es el actual. El cerebro reptilliano nos resta visión y por tanto, capacidad de actuar.
¿Qué podemos hacer para descubrir nuestras opciones en una situación de cambio?
- Nos será útil tomar conciencia de los mecanismos de nuestro cerebro reptiliano y probar métodos que activen otras partes más creativas de nuestro cerebro. Usar herramientas de visual thinking o design thinking puede tener efectos sorprendentes.
- Hacer preguntas distintas que no sean del tipo "¿Cómo resolvemos este problema?". Podemos observar el cambio y preguntarnos "¿Qué oportunidad esconde?"
- Cuando la premura no nos deja ver las opciones, necesitamos tomar distancia. Esta puede ser física o conceptual. Y también nos la puede aportar una persona externa, alguien que no sienta que los efectos que pueda producir el cambio le afecten.
¿Cómo vemos el cambio en Genetikomm?
Los integrantes de Genetikomm nos conocemos desde hace años. A lo largo de este tiempo hemos compartido múltiples proyectos. Teníamos claros los unos de los otros cuál era nuestro expertise y cuáles eran nuestros campos de actuación. Cuando hace un año empezamos a hablar de unir fuerzas, lo hicimos desde un terreno común muy claro: Una visión compartida del futuro de las organizaciones y de las relaciones entre consultor y cliente. En las conversaciones que mantuvimos descubrimos además, que nos une una misma manera de entender los procesos de cambio.
Ya sabíamos que todos y cada uno de nosotros hemos vivido y trabajado en distintos países. Hemos tenido que decidir si quedarnos o irnos en varias ocasiones. Hemos dejado atrás vidas y carreras para darle la bienvenida a otras nuevas. Y no tomamos esas decisiones tan importantes haciendo listas de pros y contras. Lo que no habíamos verbalizado antes era que todos percibimos los cambios como partes de un proceso. Cada uno de de nosotros aplica esta forma de trabajar el cambio en nuestra profesión.
Es desde esta visión compartida que desarrollamos el método “Spherical Complexity”: Una manera de observar una organización desde todos los ángulos posibles para implementar cambios eficaces.
Nuestras premisas para trabajar el cambio son:
- El cambio es permanente;
- El cambio es un proceso (no un hecho puntual);
- Es importante tener un plan, es vital tener flexibilidad;
- Cuando una persona u organización está sumergida en un proceso de cambio, necesita de personas externas que aporten distintos puntos de vista. El objetivo es llegar a una “visión esférica” que permite actuar con serenidad y conocimiento de causa.
- Cualquier movimiento que se produzca en un sistema tiene efectos en toda la estructura. El secreto está en elegir aquellas palancas de cambio que sean más eficientes.